En cambio las virtudes naturales, pueden ser vividas por todos los hombres. Por su misma naturaleza, cualquier persona puede vivir virtuosamente, aun sin hacer una referencia directa a Dios. Aristóteles, con el sólo uso de su razón, fue capaz de llegar a descubrir el valor de la virtud y a explicar el camino para ser virtuoso: la educación.
En sentido pleno, no se entiende a la creatura sin su Creador, ni se puede hacer el bien sin la gracia de Dios.
Durante la Revolución Francesa, se quiso "obligar" a los ciudadanos a dar "valor" a "la religión laica de la diosa razón", y a vivir la "fe laica". El fracaso fue estrepitoso. Hoy en día me pregunto, si no está pasando algo parecido.
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