Año nuevo... incertidumbre, retos... ESPERANZA

El año 2009 se nos presenta envuelto en incertidumbres, la crisis económica y sus consecuencias nos rodean como  jauría de lobos alrededor de su presa. La crisis cultural y moral, de una forma más solapada, está manifestando un drama sin parangón en las personas, sus familias, empresas, en la sociedad. La vida del ser humano, desde la concepción hasta la muerta natural, no sólo está desprotegida sino directamente atacada por quiénes deberían defenderla.
Ante un panorama tan desolador, ¿cabe alguna esperanza? Mi respuesta es claramente SÍ.
Acabamos de celebrar la razón de nuestra esperanza, un NIÑO. Un Niño que nace en un establo, rodeado del amor de Su Madre, la Virgen María y de Su padre, San José. Escondido del mundo, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Hijo de Dios, se hace hombre, se hace Niño, para salvarnos, para devolvernos la esperanza a este mundo sin esperanza.
Es asombroso, es más, es un escándalo para el mundo actual, ¿cómo Dios se va a hacer hombre y encima aparecer como un niño desválido, necesitado de nuestro amor y cuidado?. Este escándalo para el mundo, es la causa de nuestra esperanza. Dios se ha hecho Niño, y en este Niño encontramos la salvación.